A casi diez meses de la muerte del docente y periodista Diego Danese, ocurrida en enero tras ser atropellado por un vehículo conducido por una mujer de Puerto Madryn, la causa judicial parece encaminarse hacia un final que pocos imaginaban cuando la ciudad se movilizó reclamando justicia.
La conductora, conducía a alta velocidad, con alcohol (casi 2 g/l) y marihuana en sangre, según los resultados periciales.
Sin embargo, la fiscal interviniente sólo imputó homicidio culposo, y la investigación estuvo marcada por serias deficiencias de procedimiento.
La familia de la víctima, a través de la ex esposa y en representación de la hija en común, fue aceptada como querellante. En su momento, el abogado que les representa, Francisco Castagnoli, anunció que buscaría agravar la acusación a dolo eventual, figura que hubiera implicado una condena efectiva.
Ya en febrero, cuando la hija de Danese y su madre, ex esposa de la víctima, fueron aceptadas como querellantes el tema económico fue planteado.
En esa oportunidad hubo una ampliación de la medida de embargo sobre el vehículo de la imputada, en el sentido de que con los montos que trajo la querella para un posible y futuro resarcimiento económico, se realizó la inhibición general de bienes respecto de la imputada, como así también el 100% del vehículo que estaba a nombre de ella y de su esposo.
Con el paso del tiempo, y pese a las marchas, los afiches y el acompañamiento de amigos, colegas y ciudadanos que reclamaban justicia, el rumbo parece que habría cambiado.
Las partes habrían llegado a un acuerdo económico y ahora solicitarían un juicio abreviado, procedimiento previsto en el artículo 355 del Código Procesal Penal del Chubut, que permite al imputado reconocer su responsabilidad a cambio de una pena acordada con la fiscalía y la defensa.
Si la jueza interviniente homologa el acuerdo, la condena podría ser en suspenso.
En caso contrario, la defensa podría impugnar la decisión, y la Cámara Penal debería resolver si corresponde designar a otro juez para evaluar el pedido.
El desenlace judicial abre interrogantes profundos: ¿qué valor tiene la palabra “justicia” cuando el dinero interviene? ¿Qué lugar queda para quienes acompañaron el reclamo público, si finalmente se impone un cierre privado?
Más allá de los tecnicismos procesales, el caso de Diego Danese parece encaminarse hacia un final que duele por partida doble: por la pérdida, y por la sensación de que a la vida, una vez más, se le puso precio.
