PLANETA  MADRYN: INIDEP INVESTIGA EL CULTIVO DEL PULPO COLORADO Y BUSCA TRANSFERIR TECNOLOGÍA A PESCADORES ARTESANALES

En el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) se lleva adelante un proyecto innovador: el desarrollo de tecnología para el cultivo del pulpo colorado (Octopus tehuelchus). La iniciativa, en la que participa la investigadora Mercedes Berrueta, junto a otros investigadores del Organismo, apunta a generar conocimiento que luego pueda ser transferido a pescadores artesanales de la Patagonia como una alternativa productiva y sustentable.

En diálogo con Radio Patagonia, Berrueta explicó que actualmente los ejemplares son obtenidos con la colaboración de pescadores deportivos y trasladados a Mar del Plata, donde funcionan laboratorios especializados. Allí se los mantiene en condiciones controladas de temperatura y alimentación, mientras se ensayan distintas dietas que permitan obtener un crecimiento óptimo.

“La idea es desarrollar un sistema que luego pueda aplicarse en tierra, con materiales amigables, evitando impactos ambientales y dándole a los pescadores la posibilidad de contar con un criadero que no dependa de las condiciones del mar”, señaló.

Uno de los principales beneficios de este modelo, subrayó la investigadora, es que los pescadores artesanales no tendrán que arriesgarse buceando ni depender del clima o del estado de sus embarcaciones:

“El ingreso sería más seguro y con trazabilidad, porque tendrían su cultivo y el engorde de los pulpos en condiciones controladas. Esto les permitiría venderlos de manera planificada, sin depender de factores externos”.

Berrueta aclaró que el equipo del INIDEP no captura pulpos en áreas protegidas, como se difundió en una publicación errónea, y remarcó que toda actividad de este tipo requiere permisos específicos.

El proyecto ya tiene antecedentes exitosos con el pulpo tehuelche, especie con la que se logró cerrar el ciclo en cautiverio hasta cinco generaciones y se está preparando un manual de cultivo para pescadores. Ahora, con el pulpo colorado, el desafío pasa por perfeccionar las dietas y protocolos de manejo.

La experiencia encuentra respaldo en casos internacionales: en México, por ejemplo, pescadores artesanales crearon una cooperativa para cultivar pulpo maya, involucrando a mujeres y familias en la producción, alimentación y comercialización.

“Queremos que esta transferencia de tecnología llegue también a la Patagonia y abra una nueva posibilidad de trabajo para los pescadores artesanales”, concluyó Berrueta.

La entrevista con la licenciada en ciencias biológicas Mercedes Berrueta por Radi Patagonia.:

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