Los restos de una cría de ballena aparecieron el lunes por la tarde-noche frente a la bajada 4 de la rambla, a la altura del parador Coral. La marea los llevó mar adentro durante la pleamar, pero este martes volvieron a depositarse en la playa, donde finalmente se realizó la maniobra para retirarlos.
El operativo se concretó cerca del mediodía y el animal fue trasladado a una fosa preparada en el predio de land farming, donde se realiza la disposición final de este tipo de restos.
La tarea estuvo a cargo de personal de la Dirección de Fiscalización y Control de Criaderos de la Municipalidad, área que interviene habitualmente en estos procedimientos por su vinculación con la salud pública.
Este mismo equipo fue el que trabajó intensamente durante la emergencia de influenza aviar, retirando lobos marinos muertos en distintos puntos de la costa, incluso en horarios nocturnos.
Desde el área remarcaron que cada operativo implica un esfuerzo importante y destacaron la labor silenciosa de los trabajadores municipales, que son convocados cada vez que aparece un animal muerto en la playa.
